lunes, 10 de octubre de 2016

La locura de preparar un evento


Tenía mucho tiempo sin saber la locura de preparar un evento y sin importar cuanto dinero tengas para hacerlo; la adrenalina, los nervios y los problemas vienen gratis, eso te lo regalan.

Hace poco se me entregó la responsabilidad de ser el Pastor de jóvenes de mi iglesia y sin duda alguna supe que era una responsabilidad grandísima la de llevar jóvenes por el buen camino del evangelio y aunque no es primera vez que atiendo jóvenes puedo ver a estos escasos 30 años lo malo que fui en épocas anteriores de mi vida. Cometí muchos errores tratando con jóvenes pero fue sobre todo por mi mala experiencia, pero aquí comparto algo que podría ser útil para algún joven pastor de jóvenes que vive metiendo la pata, a continuación te dejo esta reflexión.

Es indudable que a los jóvenes les gustan los grandes eventos, estar rodeados de luces, buena música, una participación ante un público expectante y al final unas palmaditas en tu  espalda que no caen nada mal acompañado de una voz que te dice: estuvo excelente el evento. Lo particular de esto es que en épocas anteriores de mi vida no veía lo importante de un evento, mis ojos estaban ciegos ante la realidad que se atiene entre los jóvenes que desesperadamente buscan ser parte de algo grande.


Aunque suene algo simplista lo único que ellos desean es sentirse parte de algo grande, si logras eso ya lograste parte del evento, pero eso aun no es lo más importante. A veces nos enfocamos tanto en el evento que se nos olvida lo que realmente le da éxito a un evento que considerando que es una actividad para fomentar los valores espirituales del evangelio es precisamente el espíritu el que debe ser ministrado. Hace poco realizamos un evento donde asistieron más de 250 personas y donde trabajó un equipo de mas de 40 personas, gastamos a penas unos 30.000 Bs, la actividad fue gratuita, no alquilamos ningún sonido, no tuvimos la dicha de  invitar a un cantante nacional o internacional, y a demás una sola persona se entregó al Señor, ahora que lo pienso ¿fue exitosa? el éxito del evento no estuvo en ninguno de esos lugares.


Recuerdo que desde un principio le dije al equipo general conformado por ocho personas que necesitaba un ring de boxeo, pero uno real, me propusieron crearlo pero yo lo quería de verdad e incluso hasta asome la idea de que uno real tendría sangre en la lona, hicimos las cartas y uno del Equipo la llevó y la entregó a una fundación deportiva que prometió prestarlo, pero finalmente no fue así y un día antes del evento nos salieron con que no no los darían. Así que mi amigo Dennys tuvo que correr pero no tuvo éxito, el me volvió a proponer hacerla, así que me fui al baño y solo allí pegado a la pared le pedí ayuda al Señor, habíamos estado ayunando, orando, madrugando por esa actividad, los 40 jóvenes que recluté colocándole el nombre de movilizadores estuvieron orando siempre y finalmente no obtendrían su ring, el Señor me dio una palabra justo en el baño diciendome: que el evento saldría bien con ring o sin ring porque lo importante ya se había logrado y era tener a más de 40 jóvenes orando por el evento, pero yo le insistí que quería el ring y el me invitó a orar con todos los jóvenes que limpiaban la iglesia desinteresadamente para la noche del evento. 


  
Luego de explicarles lo que sucedió conmigo en el baño, ellos oraron con mucha fe y Dennys y yo fuimos llenos de esa fe que ellos ya traían, de pronto estábamos motivados pero no veíamos luz al final del tunel hasta dos de las movilizadoras nos motivaron y pensando en algunos conocidos, se llevaron a Dennys y lograron conseguir el ring, ya el evento era un éxito. Así que cuando veo esta foto, donde aparecen las dos adoradoras a la izquierda, mi esposa en el centro viendome mientra predico con una mirada que me parte en dos, a otro adorador de la noche y la mirada de esa niña tan interesada en lo que sucede en el ring, que fue el resto de las miradas de todos los que estaban esa noche pienso y digo, allí está el verdadero éxito de un evento, lograr jóvenes llenos de fe. 


Allí estamos el resto del equipo, Sergio David Pastor del ministerio de Adoración y alabanza que nos ayudó en la ministración, Giusepe que apenas se ve, pero fue quien movilizó a los jóvenes a la oración, Victor y Betzenia quienes dirigieron la parte artística del evento, Dennys quien decidió meterse en estos problemas conmigo y los que no se ven como Robert quien dirigió la parte de producción y mi amada esposa que por su embarazo no la deje subir al ring, pero quien me ayudó tanto a resistir los ataques del maligno, desde robos de batería del carro, estafas, escasez, melancolía hasta una victoria segura.

Conclusión:

Antes del evento dedícate a que tus jóvenes oren, ayunen, clamen o mejor dicho trabaja la fe de tus jóvenes, mi error consistía en pensar que era en el evento donde serían ministrados, los que serán ministrados en el evento son los invitados, pero tu equipo aunque sean muy pocos, disfrutaran el éxito del evento al igual que tú pero el fuego deben traerlo desde mucho antes porque eso es lo que garantiza que permanecerán fieles al Señor por siempre.

El resto de las fotografías puedes verlas aquí: Fotos de Todos al Ring

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